Patrick Swayze, el actor que enseñó al público a bailar con la película Dirty Dancing y a llorar con Ghost, perdió el lunes su batalla contra el cáncer de páncreas a los 57 años. Nativo de Houston (Tejas) e hijo de coreógrafos, el actor encontró su lugar en Hollywood sin problemas con papeles de galán, a veces rudo a veces más romántico, pero sobre todo con ritmo.
Su pública batalla contra el cáncer de páncreas que le fue diagnosticado a principios de 2008 se convirtió en su último legado. "Quiero durar hasta que se descubra una cura", declaró en una de sus últimas entrevistas, mientras la prensa sensacionalista anunciaba en grandes titulares "Patrick Swayze tiene cinco semanas de vida".
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